Te comparto mi historia porque lo cierto es que no ha sido sencillo llegar hasta aquí. Al inicio de mi trayectoria, al otro lado, en la Administración pública, conocí de primera mano los entresijos o engranajes de esa maquinaria —en ocasiones, una auténtica apisonadora de derechos— y también sus carencias y deficiencias, tanto materiales como humanas. Comprendí entonces lo que supone para cualquier persona enfrentarse a situaciones extremadamente complejas e incluso experimentar una sensación de frustración e indefensión dentro de un sistema que con demasiada frecuencia genera sufrimiento e injusticia.

Esa experiencia me impulsa hoy a ejercer con determinación, plenamente consciente del enorme impacto que cada actuación tiene en la vida de quien me confía su caso. Mi labor se centra en la defensa de personas implicadas en procedimientos por lesiones, tanto físicas como psicológicas, así como en la protección de su dignidad y derechos en los ámbitos penal, laboral y contencioso-administrativo, actuando como contrapeso necesario para el equilibrio de la justicia